11 mar 2010

LOS MEJORES ABOGADOS

He visto en algunas revistas las listas de los mejores abogados o de las mejores firmas de abogados, lo cual me ha llevado a reflexionar sobre el perfil del buen jurista.
Un buen abogado es aquel que conoce la ley y la jurisprudencia, aquel que ejerce su profesión con honestidad, y sobretodo aquel que tiene un compromiso con el medio en el que vive, y por lo tanto busca la justicia y la verdad.
¿ Es éste el perfil de los buenos abogados que tenemos en nuestro medio ? yo pensaría que en ciertos casos sí, pero en la mayoría no. Para la sociedad el buen abogado es quien ha llegado a acumular mucho dinero y riqueza, el que tiene mucho renombre así sea participando en escándalos o en situaciones que generan publicidad excesiva, el que tiene muchos postgrados y sabe hablar muchos idiomas, o el que defiende a los más poderosos de forma independiente de si las causas son justas o no.
Nuestra profesión se encuentra en crisis así no lo queramos reconocer, la imagen que tiene la sociedad del papel del abogado no siempre es la mejor, hay muchas facultades de Derecho, la ética se deja en un campo secundario del ejercicio profesional en ciertas ocasiones, y lo peor y más preocupante: se ha perdido la función esencial del abogado en su comunidad.
Cuando estaba en primer año de Derecho, un profesor me preguntó sobre mi proyección profesional hacia futuro, y yo le contesté: " Quiero ayudar a resolver problemas", el profesor se burló de mí en frente de todos mis compañeros y dijo: "Me imagino que desde pequeño usted siempre ha querido resolver problemas" lo que causó hilaridad en el salón para mi disgusto.
En Roma, los ad-vocatums, personas honradas y de mucha cultura ejercían la labor de defensa jurídica de manera gratuita, hoy en día el Derecho es muy lucrativo para muchos, y bienvenido que así sea, pero no podemos descuidar que el objetivo de nuestra profesión es buscar la justicia en la sociedad para que se establezca la armonía y la paz.
Los abogados somos arquitectos de la sociedad, decía un notable jurista colombiano ya fallecido, ¿pero de verdad estamos los abogados ayudando a construir una mejor sociedad? algunos responderán que sí, pero yo quedo con la duda.
El ordenamiento jurídico es cada vez más complejo, y las personas necesitan cada día más de un abogado, pero ¿ eso será bueno para la sociedad ?, un ordenamiento jurídico extenso y complicado lleva por consiguiente a la inseguridad jurídica, y por lo tanto al desorden y al desastre.
La humanidad de nuestros abogados es un punto que he querido tocar, refiriéndome a la responsabilidad social. En las páginas web de algunas firmas y bufetes nota uno un acápite llamado así "responsabilidad social", y consiste en la ayuda probono que dan algunos de esos bufetes a organizaciones que ejercen la filantropía. Me parece muy conveniente esta labor, pero ojalá no sea por pura imagen o porque está de moda.
La filantropía en el Derecho es un punto vital para fortalecer nuestra profesión, pero ¿dónde está?, yo creo que en un espacio muy secundario. Servir en algunos casos probono (sin cobrar honorarios) es sólo una muestrica de un ensayo de querer practicar la filantropía.
Nuestras sociedades necesitan abogados comprometidos con su entorno, y no únicamente para que saquen unas cuantas monedas y den limosna para acallar las voces de la conciencia. El abogado tiene una misión y es estar al servicio de la justicia y de la verdad, ésa es la verdadera filantropía, lo otro no es más que un ropaje de publicidad muy conveniente para atraer más clientes. Con esto no quiero decir que todas las oficinas o bufetes de abogados que practican el ejercicio probono o en sus páginas web que hablan de la responsabilidad social sean ajenas a la verdera filantropía, ya que eso sólo lo saben los mismos abogados y su conciencia, sin embargo, en el ámbito profesional los que estamos dedicados al Derecho sabemos quién es quién, o al que le caiga el guante que se lo chante (como alude el dicho popular).
Los mejores abogados son aquellos que muchas veces no tienen mucha riqueza material pero el ejercicio de su profesión es impecable, son aquellos que sirven a su sociedad de manera realmente útil anteponiendo la justicia y la verdad antes que el poder y el dinero. Los mejores abogados son aquellos que tienen una conciencia de pertenecer a una humanidad, y obran con humanidad, sabiendo que nuestra existencia en esta tierra es momentánea y que lo único que nos llevamos, es lo que damos. Los mejores abogados son los que tienen como premisa: el servicio a su país, a la humanidad, y dejan en segundo término las ganancias en sus cuentas bancarias.
Un nuevo abogado, el mejor abogado, es el que busca todo lo dicho, ¿se estará cumpliendo con todo esto? ¿ de verdad?, a mi pesar creo que no, la competencia, la deshumanización de la profesión, , la sobrevaloración del conocimiento técnico por encima de los valores humanos, están poniendo a los abogados en una situación muy incómoda. En uno de los capítulos de la serie "Los Simpsons", alguien se preguntaba cómo sería el mundo sin abogados, y la imagen era mitad cómica y mitad devastadora, ya que aparecían todos cogidos de la mano, felices, y el arco iris de fondo. Una sociedad que ve a los abogados como seres que se enriquecen pero que no cumplen una labor constructiva, es una sociedad que cada día verá a los abogados como males necesarios, y en últimas, como males. Eso no lo podemos permitir, los mejores abogados debemos actuar de inmediato para impedir esa inercia, invitar a dar un giro al timón del ejercicio de la profesión, y demostrar que los abogados son útiles y seguirán siendo útiles, y no porque el ordenamiento jurídico sea complejo, sino porque son seres que de verdad buscan construir una sociedad armoniosa y justa.
Al leer estas palabras muchos esgrimirán una sonrisa, como la de aquel profesor que en primer año de carrera se mofó de mí por pensar esto. No me importa, porque creo que los mejores abogados sí saben a lo que me refiero.

El cumplimiento del acuerdo reparatorio extinguirá la acción penal respecto del imputado o imputada que hubiere intervenido en el y no en beneficio de quienes se encuentren evadidos del proceso.

Ahora bien, La Sala Constitucional en sentencia N° 233 de fecha 13 de abril de 2010, dejó sentado lo siguiente: “…En efecto, en el proceso p...